ESTRAGON: Let's go.
VLADIMIR: We can't.
ESTRAGON: Why not?
VLADIMIR: We're waiting for Godot.

Samuel Beckett
Waiting for Godot

domingo, 24 de junio de 2012

sin red



lanzarse al vacío sin red
cortar las cuerdas del paracaídas y saltar sin miedo a morir
sin miedo a nada más
bucear agujereando el tubo
querer de corazón, sin vista ni oído que valgan
no hay mal
no hay más mal que el que acecha bajo mi piel
el alma es el mayor peligro para la cordura
písame la cara y será menor castigo
miénteme y no será peor
azul es igual a gris es igual a mierda
no tengo más lágrimas
ni me da igual ni tengo más lágrimas
fingiré ambas cosas
y me desvaneceré entre la niebla

martes, 19 de junio de 2012

on locks and chains



la máxima expresión de la inseguridad
y a la vez, su principal causa
causa y consecuencia es lo que son

un señor al sur de nebraska decide reunir tablas y tablas y construir un refugio para tornados al lado de su casa, junto al maizal. entonces, coge todas sus pertenencias y se encierra allí de por vida "por si hay un tornado", cerrando la puerta herméticamente y juntando provisiones suficientes como para morir de viejo sin tener que salir de él.
pasan los días y observa el exterior con pánico absoluto de que el torbellino de aire llegue algún día, y por eso no sale. huelga decir que ha encerrado con él a su mujer, sus hijos y también al perro, que aúlla desesperado hacia la luz mientras su hocico se pega a la pared buscando el frescor de la tierra del jardín.
el tornado no llega... él sigue en sus trece pensando que es mejor así, que prevenir es la clave para que no sucedan desgracias.
lo que él no sabe es que el tornado llegará, tanto si está en el refugio como si no. es inevitable, llegará y arrasará los campos y él no podrá hacer nada para impedirlo; ni dentro ni fuera.

y eso, amigos, son los celos.

entonces ¿merece la pena pasarse la vida en el refugio? ¿renunciar a lo de fuera? ¿amargarles la existencia a tus seres queridos? ¿atar en corto?
¿no amar por miedo a dejar de ser amado?

¿merece la pena no vivir por miedo a morir?

miércoles, 6 de junio de 2012

dos años y medio




decidí dejar de raparme el pelo un veintinueve de diciembre de dos mil nueve. era momento de comenzar una nueva vida, e irlanda me ofrecía ese refugio casi inquebrantable para ir ordenando una a una las piezas de un futuro que se antojaba brillante a pesar de la lluvia. el flequillo empezó a taparme los ojos y decidí que esa sería la única parte que podría cortarme hasta conseguir mi objetivo: unas largas y preciosas rastas pelirrojas.
en pleno proceso la marea cambió con la luna, borrando el negro y morado de raíz e incluyendo el cobre en mi espejo habitual de trenzas berenjena. de eso hace ya más de dos años.
cómo pasa el tiempo... sin casi darme cuenta peino una melena que me tapa los senos, y me encuentro cada día más cerca de la meta capilar y vital que prometí cumplir entonces.
soy más "yo", un poco menos "anti-yo" y desde luego mucho más paciente.
crece con rapidez unas veces, con lentitud otras. más amargo, más salado -nunca me gustó el dulce- pero lo cierto es que es imparable; ya peino canas.
cada centímetro de nuevo cabello marca un mes más en mi vida, cada milímetro me aleja de aquella habitación.
todo me acerca más a jodhpur. 
el pelo me tapa los senos...


lunes, 4 de junio de 2012

XVIII



Aquí te amo.
En los oscuros pinos se desenreda el viento.
Fosforece la luna sobre las aguas errantes.
Andan días iguales persiguiéndose.

Se desciñe la niebla en danzantes figuras.
Una gaviota de plata se descuelga del ocaso.
A veces una vela. Altas, altas estrellas.

O la cruz negra de un barco.
Solo.
A veces amanezco, y hasta mi alma esta húmeda.
Suena, resuena el mar lejano.
Este es un puerto.
Aquí te amo.

Aquí te amo y en vano te oculta el horizonte.
Te estoy amando aún entre estas frías cosas.
A veces van mis besos en esos barcos graves,
que corren por el mar hacia donde no llegan.

Ya me veo olvidado como estas viejas anclas.
son más tristes los muelles cuando atraca la tarde.
Se fatiga mi vida inútilmente hambrienta.
Amo lo que no tengo. Estás tú tan distante.

Mi hastío forcejea con los lentos crepúsculos.
Pero la noche llega y comienza a cantarme.
La luna hace girar su rodaje de sueño.

Me miran con tus ojos las estrellas más grandes.
Y como yo te amo, los pinos en el viento,
quieren cantar tu nombre con sus hojas de alambre.

pablo neruda

domingo, 3 de junio de 2012