ESTRAGON: Let's go.
VLADIMIR: We can't.
ESTRAGON: Why not?
VLADIMIR: We're waiting for Godot.

Samuel Beckett
Waiting for Godot

viernes, 28 de agosto de 2015

jack


he aquí uno que posee "belleza sin vanidad,
fuerza sin insolencia,
valentía sin ferocidad,
y todas las virtudes del hombre sin sus vicios".


he aquí uno que cumple 5 añitos dando cariño y zampando jamón.

viernes, 7 de agosto de 2015

de lenguas y dioses



La torre de Babel


Tenía entonces toda la tierra una sola lengua y unas mismas palabras. Y aconteció que cuando salieron de oriente, hallaron una llanura en la tierra de Sinar y se estabecieron allí.
Y se dijeron unos a otros: 'vamos, hagamos ladrillo y cozámoslo con fuego'. Y les sirvió el ladrillo en lugar de piedra, y el asfalto en lugar de mezcla. Y dijeron: 'vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre cuya cúspide llegue al cielo; y hagámonos un nombre, por si fuéremos esparcidos sobre la faz de toda la tierra'. 

Y descendió Jehová para ver la ciudad y la torre que edificaban los hijos de los hombres. Y dijo Jehová: 'he aquí el pueblo es uno, y todos estos tienen un solo lenguaje; han comenzado la obra y nada les hará desistir ahora de lo que han pensado hacer. Ahora, pues, descendamos y confundamos allí su lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero'. 
Así los esparció Jehová desde allí sobre la faz de toda la tierra y dejaron de edificar la ciudad. 
Por esto fue llamado el nombre de ella Babel, porque allí confundió Jehová el lenguaje de toda la tierra y desde allí los esparció sobre la faz de toda la tierra. 

Génesis 11:1-9

martes, 10 de febrero de 2015

ámbar


y quizá sea yo la única
quizá nadie más se detenga a admirar el sol rojo del atardecer sobre la piedra fría y muda
ese fuego anaranjado que estalla sobre el gris perenne de siglos y siglos de silencio haciéndole gritar en amarillos de pura euforia
y quizá sea yo la única, aunque espero no serlo
espero que más almas hayan levantado la vista de la altura humana -desde el betún de los zapatos hasta el tocado más atrevido- y se hayan deleitado con el dulce ámbar del sol muriente
me aterra la idea de millones de atardeceres de miel cayendo sobre las plumas de la indiferencia, colores perdidos en la pasividad de ojos grises y asépticos
olores diluyéndose en el aire

me aterra que al final del día
el naranja de las gárgolas de piedra
quede entre ellas y yo