a veces pasa que amanece un día tranquilo. y de tranquilo nada. a veces ocurre que amanece intranquilo. y otras ni amanece. dime que estarás siempre, dime que amanecerá mañana. dime que el ambiente que envolvía esos días no me pesará durante el resto de mi vida...o dime que sí.
dime que la gente no nos mira con pena aunque lo sepa perfectamente. yo también lo hago. y los miro con pena de mí, y de ti. qué pena, ¿no? pena de mí y a la vez no-vida en mi mundo interior de encinas, cumbres, valles, hoyos, topos y hoyos. la espera se hace infinita mientras nuestra memoria se desvanece entre los robles -la hoja caduca- caduco yo, muerocaduco. no es fácil soñar, no es fácil vivir.
no es que tenga sueño, son ganas de dormir y no tomar más café, pero mucho más whisky. de quererte menos...pero mucho mejor. de explorar ese camino que nadie nos marcó.
no hay sitio para mí en mí, mucho menos en nadie más. todos perdemos, pero tú no lo sabes todavía.
la normalidad es una puta mierda rebozada en la mediocridad de los cobardes.
la normalidad es el escudo de los que se saben perdedores desde el principio.