veo el latido de mi corazón en las ondas del whisky.
los hielos repiquetean con cada bombeo de sangre como si se acercara un cíclope, o un titán, o un temblor de tierra... pumpum pumpum. late el líquido de vida, como late también la sangre y late el suelo bajo mis pies.
el pistón orgánico que nunca se detiene marca el compás del esperpento. el fondo del vaso señala insistente el final del combustible, que se repone de manera infinita.
pumpum pumpum. tiemblan las ondas otra vez.