"Ríete tanto
que mi alma al oírte
bata el espacio.
que mi alma al oírte
bata el espacio.
Tu risa me hace libre"
Miguel Hernández
y por fin
tras la larga, agónica y exasperante espera
godot llamó dos veces -quizá tres- y entró por la puerta entreabierta
un paso que hace tiempo tapié con esmero y que, con los años,
fue perdiendo firmeza hasta permitir de nuevo el candor reconfortante de la luz
y es que quizá durante demasiado tiempo la haya tomado con mi calzado
cuando en realidad la culpa era del pie
No hay comentarios:
Publicar un comentario