y mientras tanto...
mientras palpas otras pieles y saboreas sostenidos en varias escalas, la musa desea con todas sus fuerzas ser molestada por tus manos, admirada por unos ojos ardientes de conversación que deshagan los nudos invisibles del apuro
morado, rojo y amarillo se entremezclan con un insomnio lleno de cuerpos deformes, árboles granates y voces que nunca serán oídas
cada segundo en silencio provoca un seísmo en el valle del sol, se agrieta el suelo...
las paredes tiemblan y se desconchan con cada escalofrío, caen los cuadros y los juegos de té -gritos de fondo-
la radio empieza a emitir señales distorsionadas, mis oídos las colorean siguiendo un patrón de caos interno y armonía exterior
sirenas y odiseo...
ni tú ni yo
sirenas
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