me duelen los ojos,
llenos de los granos de arena
que perdimos hace tanto
resbalando por el cristal de un reloj
que nos ofrecía el universo en cada giro
-¿y ahora qué? – preguntas
-¿ahora cuándo? –pienso yo -¿cuándo es ahora?
¿cuándo volvió el tiempo a funcionar?
¿cuándo volvió el tiempo a funcionar?
la arena se detuvo con nuestra ausencia
de la mía se encargó el mar
de la tuya tú solito con tus océanos violetas
y tus rostros tallados en miel
a mi vuelta, saciaré la sed de hambre que sufre mi grito interno
a mi vuelta, araré mi memoria para que brote otro olor tras el barbecho
al volver, soplaré el aire que les ha faltado a las velas de mi ilusión
para soñar con costas no violadas
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