y sin embargo...
esta mañana me miraste, seguro que sentiste mi aroma y el músculo incansable bombeando sangre
¿incansable digo? como una principiante meto la pata hablando de algo sobrehumano
claro que se cansa, y se agota, y desfallece
y hace salto de altura repentino al verte llegar
y también cae a plomo cuando te alejas y me dejas aquí,
bombeando sin sentido a unos ojos que ya no te ven
respirando sin sentir tu aire, aún sabiendo que tú buscas el mío
mis manos luchan por no aferrarse a las tuyas y juguetean nerviosas entre sí
perdiendo la batalla cada vez que me rozas...
me tocas... y sueno desafinada
entre abrazos ingrávidos nos mezclamos como el baileys y el café
con dulzura y amargor del que siente la inminencia del hielo
nos envolvemos sin cesar en un glaciar hostil de verdeazul blancogris
las penas con calor
mejor se disuelven
Precioso poema, muy bonito, sin duda.
ResponderEliminar¡gracias! cosas que escribe una en el avión...
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