su mirada volaba escurridiza entre las balaustradas del edificio de enfrente. sentía la fría piedra dilatarse y crujir ante el sol insistente que la azotaba desde hacía horas.
esa misma calidez que percibía allí se iba transportando lentamente hasta invadir su frágil cuerpecillo de porcelana.
esa misma calidez que percibía allí se iba transportando lentamente hasta invadir su frágil cuerpecillo de porcelana.
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