cierro los ojos e
inspiro el aire que sale del globo
viciado, sin vida,
estancado, turbio y cegador
pero aire, al fin y al
cabo
opio para los
pulmones
que no pueden
prescindir de él
aunque el cerebro lo
ordene
la sangre coagula como mezclada con veneno letal
las venas han dejado de ser conductos para ejercer de ramas,
sosteniendo unas hojas que ya no se agitan con el viento
sangre y opio
venas y alcohol
enlazados
unidos
danzando al compás
ecos de
silencio
plomo al caminar
la mirada fija
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