de por qué las amapolas son las flores más bellas del universo
las amapolas, tan rojas -rojo 19, rojo vivo, rojo rojo- surgen ingenuas de entre el manto del trigo, asomando su frágil cabeza a un mundo que las admirará precisamente por su desamparo.
éstas, que no soportan el estúpido bullicio provocado por el hombre, nacen alejadas de él en zonas sin pies que las aplasten ni niños que las corten sin piedad. una aquí, otra allí... tan sólo el sonido del aire perturba el sosiego de su claustro de cereal tardío.
se inclinan al compás de la espiga guiadas por el viento, que sesea ritmos de burlesque primaveral: vestido rojo, tocado de tul negro. opio y niebla. rojo y negro y opio y negro...
tan frágiles son las amapolas
y a la vez con tanto carácter...
quizá sea eso lo que concentra todo su magnetismo salvaje. la dificultad para "domesticarlas", amansarlas, para meterlas en vereda.
o si no decidme: ¿cuántas veces habéis visto amapolas en una maceta?
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