relincha el caballo del ajedrez, rebelándose porque no quiere andar más en eles sino en zetas, en sietes o incluso en enes minúsculas. un día se hartó de proteger a los reyes, se arrancó las herraduras y las lanzó contra los muros de palacio.
como una rayuela dibujada en círculos, que nunca termina ni te permite un sólo respiro, su grito hace saltar las alarmas de las flores despistadas, de los pájaros perdidos y las almas melancólicas.
las veletas giran como ventiladores en los tejados de pizarra y la primavera no sabe por dónde acercarse. las estrellas parpadean aleatoriamente, encendiéndose como luces rotas de navidad.
como una rayuela dibujada en círculos, que nunca termina ni te permite un sólo respiro, su grito hace saltar las alarmas de las flores despistadas, de los pájaros perdidos y las almas melancólicas.
las veletas giran como ventiladores en los tejados de pizarra y la primavera no sabe por dónde acercarse. las estrellas parpadean aleatoriamente, encendiéndose como luces rotas de navidad.
¿sabéis cuando el destino se come una, cuenta veinte
y da varias volteretas para celebrar un gol olímpico?
y da varias volteretas para celebrar un gol olímpico?
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