ESTRAGON: Let's go.
VLADIMIR: We can't.
ESTRAGON: Why not?
VLADIMIR: We're waiting for Godot.

Samuel Beckett
Waiting for Godot

sábado, 26 de enero de 2013

la vida

"¿qué era la vida? nadie lo sabía. nadie conocía el punto de la naturaleza del que nacía o en el que se encendía. a partir de ese punto, nada era inmediato ni estaba mal mediado en el dominio de la vida; la vida misma, parecía inmediata. (…)

¿qué era, pues, la vida? era calor, calor producido por un fenómeno sin sustancia propia que conservaba la forma: era una fiebre de la materia que acompañaba al proceso de incesante descomposición e incesante recomposición de moléculas de proteína de una estructura infinitamente complicada e ingeniosa. era el ser de lo que en realidad no puede ser, de lo que únicamente se balancea, en precario equilibrio –con placer y dolor a un mismo tiempo– sobre el vértice dentro de este complejísimo y febril proceso de descomposición y renovación. no era material y tampoco era espíritu. era algo entre las dos cosas, un fenómeno que se hace visible en la materia, como el arco iris sobre un salto de agua, o como la llama del fuego. sin embargo, a pesar de no ser material, era sensual hasta la voluptuosidad y el asco, el impudor de la materia que se vuelve sensible a sí misma y a sus propios estímulos, era la forma impúdica del ser. era un secreto y sensual movimiento en la casta frialdad del universo, un mínimo foco de impureza secretamente voluptuoso, de nutrición y excreción, un soplo excretor de anhídrido carbónico y sustancias nocivas de procedencia y naturaleza oscuras. era el resultado de un proceso de compensación de su naturaleza inconsistente que obedecía a unas leyes intrínsecas, es decir: era la proliferación, el desarrollo, la formación de esa especie de materia esponjosa hecha de agua, proteínas, sales y grasas que llamamos carne y que luego se convierte en forma, en imagen elevada, en belleza, sin dejar de ser, con todo, la más pura esencia de la sensualidad y el deseo."

Thomas Mann "Der Zauberberg" ("La montaña mágica")



Gustave Courbet "L'origin du monde" 1866


el cielo puede esperar
que por ahora se está muy bien aquí en la tierra
sería un gasto inútil
de energía
de tiempo
y de vida
trepar a las nubes cuando desde el césped podemos buscarles formas
encontrar el cielo en el sexo mañanero
el universo en tu pupila
y la luna en el fondo del vaso

construimos columpios para acercarnos al firmamento con su vaivén
pero les ponemos cadenas para poder descender a nuestro antojo



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